Hoy me he levantado y he dicho: tenemos que abrir el melón. Y allá vamos.
Cuando alimentamos a nuestras hormigas con bichos, hay pocas incógnitas, ¿no? Dar bichos y más bichos para el crecimiento de la colonia. La clave, en todo caso, será ésta: bichos variados. Mejor variedad que cantidad de un solo bicho.
La cuestión que trae más de cabeza a los criadores (digo, ¡CUIDADORES!) es el asunto de los líquidos. Aquí hay varios asuntos cruzados que merecerían atención especial. Yo no tengo claro lo que funciona; tengo claro, sobre todo, algunas de las cosas que no funcionan o que no convienen, y a partir de ahí trato de explorar distintas opciones.
Extraigo de lo que he podido analizar algunas máximas útiles:
- Cuantos más ingredientes empleemos o cuanto más se complique la receta, más probabilidad de hacerlo mal.
- Que las hormigas se tiren a comer no significa que el alimento sea bueno: no confundamos aceptación con idoneidad.
- No existe (y no hay previsión cercana de que exista) receta definitiva.
- Necesitamos observar lo que cada especie come en libertad e intentar acercarnos a ello.
Recomiendo con muchas ganas -ya está el pesao' éste- el capítulo 11 de Viaje a las hormigas: "Los trofobiontes". De aquí extraemos una idea potente: no tenemos (quizá nunca llegue) la fórmula, el néctar que equivalga a la ligamaza de estos áfidos de los que se alimentan las hormigas. Así que en cuanto se presume de haber dado en el blanco de las necesidades de las hormigas, seguramente se esté cayendo en un error.
Aun así, me resulta siempre interesante acudir a quienes iniciaron tantos caminos que ahora transitamos nosotros. Al final del libro, Hölldobler y Wilson nos dejan este regalo sobre la alimentación de las hormigas en el laboratorio:
Pero viendo todo esto, ¿por qué es realmente importante e interesante este asunto? ¿No salen adelante nuestras colonias ya con lo que tenemos? Sí y no. Y aquí os va esto: ¿cuántas colonias grandes se ven en la comunidad, y cuántas pequeñas? Un vistazo rápido a esta relación nos dice que la mayoría de las reinas o pequeñas colonias muere antes de ser madura. Esto por supuesto puede tener y tiene distintas causas, pero pienso que una de ellas, y una causa esencial, es la alimentación.
Los que han logrado tener colonias maduras y grandes son los que han sabido manejar distintos aspectos del cuidado de las hormigas, y los que, ojo aquí, han sabido leer el momento vital de la colonia. Esto ha podido suplir las carencias que tengamos en cuanto a alimentación (aunque, por supuesto, también es probable que esos cuidadores de grandes colonias den mejores líquidos).
Pero entonces, ¿por qué relacionamos tan directamente el aporte líquidos (NO PROTEÍNICOS) al crecimiento y bienestar de la colonia? Porque es clave. Porque, seguramente, influya tanto o más que el aporte de jugosas cucarachas, o lo que fuere.
Os traigo sólo un ejemplo representativo, que suscita algunas de estas cuestiones: Field observations of the ant Camponotus sylvaticus (Hym.: Formicidae): Diet and activity patterns
El estudio es interesantísimo; y os dejo un dato revelador: de más de 500 obreras observadas al volver al nido, sólo DOS traían consigo alimento sólido (y ojo: eran un resto vegetal y un excremento de pájaro); por otra parte, revisado el gaster de 135 obreras, TODAS traían líquido, especialmente de pulgones que encontraban en pinos y zonas cercanas.
Por supuesto, el estudio es acerca de C. sylvaticus, pero no me parecería nada descabellado extraer algunas conclusiones y hacerlas generales.
- En el interior de las hormigas pasan cosas; la trofalaxia no es mero intercambio de alimento, sino que se enriquece y transforma.
- No podemos hacer una distinción tan radical entre carbohidratos y proteína; esa frontera tiene zonas de paso.
- La alimentación, en general, es un tema bastante desconocido; nos toca observar mucho y probar cosas sin sacar conclusiones parciales.
Y ahora... ¿Qué pensáis? ¿Qué líquidos usáis, y cuáles no? ¿Cómo se comportan en este sentido distintas especies? ¿Qué podemos mejorar? ¿Qué impedimentos encontráis a la hora de tener o elaborar un buen líquido?